Cierta vez, un día antes de la Seria Mundial de béisbol, Lou Gehrig, el famosos primer bateador del equipo de los Yankees, Visito un hospital de niños lisiados.
Recorrió las salas, firmo autógrafos para los entusiasmados niños y los animo a no cesar nunca en sus esfuerzos por volver a caminar. ´´ Si desean hacer algo con suficiente intensidad, pueden hacerlo´´, les dijo.
Un niñito sorprendió a Lou cuando le lanzo un desafió; ´´ Señor Gehrig, ¿Podrá usted completar una carrera con dos hits en el juego de mañana?
Lou no queriendo desanimar al niño, le dijo: ´´ Completare una carrera con hits si me prometes que algún día podrás caminar´´. El chico lo prometió y le dio la mano al famoso beisbolista.
Lou, fiel a su promesa, bateo en magnifica forma y completo una carrera con dos hits en ese partido.
Algunos años después, cuando Lou entraba en el estadio para jugar, sintió una mano que se le posaba en el hombro. Al volverse, vio a un joven de apariencia agradable detrás de el.
- ¿Se acuerda de mi? – le pregunto el desconocido.
- No puedo decir que me acuerdo – respondió el jugador
- Nos conocimos en un hospital para lisiados – Comento- Solo quería decirle que ahora puedo caminar.
¿Es posible lograr cualquier objetivo que uno se proponga? Probablemente no. Pero una cosa sabemos con seguridad, y es que no podremos llevar a cabo nada, a menos que nos fijemos objetivos.
Donna Otto, experta en el arte de aprovechar el tiempo, dice que si nos fijamos objetivos sin anotarlos, alcanzaremos el 20 por ciento de ellos; pero si los ponemos por escrito, podremos alcanzar el 90 por ciento de esos objetivos,
Al establecer tus objetivos, no olvides incluir a Dios en tus planes. El te dará habilidad para continuar cuando las cosas se pongan difíciles. Con Dios a tu lado, todas las cosas son posibles.
